Iglesia Colegiata de San Isidro el Real

La Iglesia Colegiata de San Isidro el Real fue en su origen Iglesia de la Compañía dedicada a San Francisco Javier y levantada por los Jesuitas en 1567 sobre la primitiva iglesia consagrada a los Santos Pedro y Pablo que, a su vez, se levantó sobre el solar de la Casa de los Vera, donde vivió San Isidro, con su esposa Santa María de la Cabeza y su hijo San Illán, y donde el santo aguador excavó una cueva y un pozo, cuya agua era muy saludable y curaba enfermedades de personas y animales, según la hagiografía del santo madrileño.

En 1767, tras la expulsión de España de la Compañía de Jesús, la iglesia se transforma en colegiata y dos años después cambia su advocación a San Isidro, cuando se trasladan el cuerpo del santo patrón de Madrid y las reliquias de su esposa Santa María de la Cabeza, desde la cercana Capilla del Obispo en la Iglesia de San Andrés.

La Colegiata de San Isidro se convirtió en catedral con la instauración de la Diócesis de Madrid en 1885, título que ostentó hasta 1993,  tras la consagración de la Catedral de la Almudena, recuperando su nombre de Colegiata de San Isidro el Real.